PRIMERAS VÍSPERAS

27 DE SEPTIEMBRE

LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
MADRE DE LOS HUÉRFANOS

Solemnidad


I VÍSPERAS


V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.

R/. -Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya



HIMNO

Oh, Virgen dulce, Reina esplendorosa:
a ti, Fuente de gracia y de consuelo,
haz que recurra el huérfano en su duelo
en ti confiando, oh Madre bondadosa.

En la tristeza de su desventura,
en el cansancio de su incierta vida
haz que del mal evite la herida,
que su dolor se alivie en tu dulzura.

¡Oh, Madre tierna y dulce,
oh, Madre, tú, de amor!
Protege siempre al huérfano,
consuela su dolor. 
Amén.



SALMODIA

Ant. 1 El torrente de aguas caudalosas no puede apagar el amor,
ni los ríos ahogarlo.

Salmo 112

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 1 El torrente de aguas caudalosas no puede apagar el amor,
ni los ríos ahogarlo.




Ant. 2 Seré para ellos como quien acerca un niño a su mejilla 
y se inclina sobre él para que coma.

Salmo 147 

Glorifica al Señor, Jerusalén; 
alaba a tu Dios, Sión: 
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, 
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; 
ha puesto paz en tus fronteras, 
te sacia con flor de harina. 

El envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre veloz; 
manda la nieve como lana, 
esparce la escarcha como ceniza; 

Hace caer como el hielo como migajas 
y con el frío congela las aguas; 
envía una orden, y se derriten; 
sopla su aliento, y corren. 

Anuncia su palabra a Jacob, 
sus decretos y mandatos a Israel; 
con ninguna nación obró así, 
ni les dio a conocer sus mandatos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 2 Seré para ellos como quien acerca un niño a su mejilla 
y se inclina sobre él para que coma.




Ant. 3 Alégrate, Inmaculada, esposa y madre del mundo que espera la salvación;
alégrate, pues en tu seno has destruido la muerte de la madre Eva. 

Cántico Ef 1,3-10 


Bendito sea Dios, 
Padre de nuestro Señor Jesucristo, 
que nos ha bendecido en la persona de Cristo 
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo, 
antes de crear el mundo, 
para que fuésemos santos 
e irreprochables ante El por el amor. 

El nos ha destinado en la persona de Cristo, 
por pura iniciativa suya, 
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia, 
que tan generosamente nos ha concedido 
en su querido Hijo, 
redunde en alabanza suya. 

Por este Hijo, por su sangre, 
hemos recibido la redención, 
el perdón de los pecados. 
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia 
ha sido un derroche para con nosotros, 
dándonos a conocer el misterio de su voluntad. 

Este es el plan 
que había proyectado realizar por Cristo 
cuando llegase el momento culminante: 
recapitular en Cristo todas las cosas 
del cielo y de la tierra.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 3 Alégrate, Inmaculada, esposa y madre del mundo que espera la salvación;
alégrate, pues en tu seno has destruido la muerte de la madre Eva.




LECTURA BREVE 
Jn 4, 9-10 

En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados. 




RESPONSORIO BREVE 

R/. Ave, llena de gracia, * luz refulgente del amor de Dios. 

Ave, llena de gracia,  luz refulgente del amor de Dios. 

V/. Tú, consuelo del mundo, refugio de huérfanos, nuestra salvación. 

Luz refulgente del amor de Dios. 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ave, llena de gracia,  luz refulgente del amor de Dios.




Magníficat, ant. Por ti, Virgen Inmaculada, hemos recobrado la vida que habíamos perdido, 
ya que diste a luz para el mundo al Salvador que habías recibido del cielo. 

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar:)

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén.

Magníficat, ant. Por ti, Virgen Inmaculada, hemos recobrado la vida que habíamos perdido, 
ya que diste a luz para el mundo al Salvador que habías recibido del cielo.




PRECES

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que María, la Madre de su Hijo, fuese también nuestra Madre, y supliquémosle, diciendo:

Que la llena de gracia interceda por nosotros.

Tú que congregas en tu Iglesia a todas las gentes, para que sean un corazón solo y un alma sola por el amor, 
- haz que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la Madre de Jesús.

Tú que hiciste de María la madre de misericordia, 
- haz que los que viven en peligro sientan su protección maternal.

Tú que derramaste en el corazón de María tu ardiente amor por los huérfanos, 
- haz que también nosotros sepamos acoger a los huérfanos y a los necesitados en nombre de tu Hijo.

Tú que en tu siervo San Jerónimo, renovado por la acción maternal de María, diste a los huérfanos un padre, 
- haz que, por intercesión de María, los huérfanos y los desamparados encuentren en nosotros la luz de tu amor.

Tú que coronaste a María como reina del cielo, 
- acoge en tu reino a nuestros hermanos, familiares y bienhechores difuntos para que eternamente gocen del esplendor de tu rostro.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.


Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.




Oración 
Dios de misericordia que has derramado tu ardiente amor hacia los pobres y los huérfanos en el corazón de la Virgen María: concédenos, por su maternal intercesión, crecer siempre en el testimonio de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


Conclusión

Si el que preside no es un ministro ordenado, o en el rezo individual:


(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)


V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.

Si el que preside es un ministro ordenado, utiliza la siguiente fórmula final:


V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.


V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo, 
      descienda sobre vosotros.
R/. Amén.


Si se despide a la asamblea se añade:


V/.
 Podéis ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.




JACULATORIAS

V/. Dulcísimo Jesús,
R/. no seas mi Juez sino mi Salvador.


V/. María, Madre de los Huérfanos.
R/. Ruega por nosotros y por todos los huérfanos del mundo.


V/. San Jerónimo Emiliani.
R/. Ruega por nosotros y por todos los huérfanos del mundo.

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